Resumen:
Las huertas caseras ofrecen una oportunidad única para que los individuos y las
familias asuman un rol activo en la producción de sus propios alimentos, lo que no
solo reduce la dependencia de los sistemas de distribución comercial, sino que
también minimiza la huella de carbono asociada con el transporte de productos.
Además, cultivar una huerta en casa puede proporcionar una fuente continua de
alimentos frescos y nutritivos, promoviendo una dieta más saludable y variada.
En un mundo donde la preocupación por la sostenibilidad y la salud está en
aumento, las huertas caseras emergen como una respuesta viable a los desafíos
de la producción alimentaria convencional y el impacto ambiental asociado, en este
proyecto se propone analizar y desarrollar una huerta casera, explorando su
potencial para mejorar la autosuficiencia alimentaria, fomentar prácticas agrícolas
sostenibles y promover el bienestar personal.
Este trabajo se centra en el diseño e implementación de una huerta casera,
abordando aspectos esenciales como la selección de cultivos adecuados a las
condiciones locales del municipio, la preparación y mejora del suelo, el manejo
eficiente del agua y la adopción de técnicas de cultivo sostenibles. A través de una
metodología que incluye investigación teórica, diseño práctico y evaluación de
resultados, se analizará el impacto de la huerta en la calidad de los alimentos
producidos, la reducción de residuos y la educación sobre prácticas agrícolas
responsables.
El objetivo final es proporcionar un modelo replicable para aquellos interesados en
iniciar sus propias huertas caseras, ofreciendo información valiosa y
recomendaciones basadas en la experiencia práctica y la investigación. Este
estudio no solo busca demostrar los beneficios tangibles de cultivar alimentos en
casa, sino también destacar el papel fundamental que estas prácticas pueden
desempeñar en la construcción de comunidades más resilientes y conscientes del
medio ambiente.