En la actualidad en ciudad de Popayán pretender o pensar en crear una Microempresa es casi imposible, por la falta de capital en la mayoría de los casos, competencia desleal, invasión de productos extranjeros entre otros. En un estudio realizado por el departamento de planeación nacional se evidencia cómo la población joven se va de la ciudad de Popayán por la falta de oportunidades. Pero esta deserción a otras partes del país es parte o un eslabón de una cadena de sucesos que afectan a toda la población en este caso los habitantes de la ciudad de Popayán. Un estudio realizado por la Cámara de Comercio de Bogotá establece que solo 3 de cada 10 empresas en Colombia persisten con sus actividades comerciales después de 5 años las otras 7 abandonan (Revista Dinero, 2018), esta situación se presenta por diferentes factores que no permiten la evolución de los empresarios. En la mayoría de los casos no se tiene definida una idea de negocio, debido a no tener la experiencia o el conocimiento necesario para la puesta en marcha que permita el éxito y que sean auto sostenible. Cabe mencionar que existen varios factores que influyen de manera negativa en el resultado deseado, entre ellos se encuentra el desconocimiento del cliente potencial pues desconocer acerca de a quién vender un producto, es un error de dimensiones excesivas, para que el negocio pueda funcionar. La falta de capital como factor condicionante para el desarrollo del plan de negocio, es uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta un emprendedor, sumado a los altos costos de impuestos y la falta de conocimiento. La Asociación de Emprendedores de Colombia (ASEC) demuestra que de las empresas que emprenden en el país solo el 6% resisten más de 3 años y medio en Colombia, El 17% de los empresarios arranca con recursos propios, 13% con deuda y 7% con capital semilla. Solo el 3% utilizan los recursos públicos 15 disponibles (El espectador, 2017) y aunque en nuestro país existen más 20 fuentes de financiamiento tanto públicas como privadas para emprendedores, los requerimientos y procesos de selección son de altos estándares y exigencias a los que la mayoría no pueden acceder ya sea por falta de conocimiento, capacidad u otros factores que limitan los procesos. También como se evidencia actualmente la invasión de productos traídos de forma ilegal de países orientales como China, que no favorece la sana competencia con precios razonables. En la actualidad el país afronta el fenómeno económico del contrabando, que afecta a los pequeños y grandes comerciantes y por efecto el país deja de recibir ingresos que podrían destinarse a la educación, salud o la infraestructura. Según un artículo entregado por la revista dinero se estima que el valor de los productos que ingresan al país de forma ilegal es de unos US$6.000 millones al año. Según cifras del Gobierno, el contrabando destruye el empleo del país ya que unos 200.000 puestos de trabajo se ven afectados en la industria por este fenómeno. Las pérdidas económicas asociadas a este delito representan casi el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) o el 10% de las importaciones que realiza el país. En el último año, las incautaciones de confecciones, calzado y textiles de contrabando suman $90.000 millones. Y en los últimos días se retuvieron dos contenedores con mercancía avaluada en $6.300 millones, procedentes de China (Dinero, 2015).